Saltar al contenido
Recetasblw.net

La técnica de la tortuga: qué es y como aplicarla

Conforme los niños y niñas van creciendo, es normal que vivan situaciones en las que no sepan como reaccionar y pierdan el control de sus emociones e impulsos, alterándose y mostrando de forma airada su frustración o su enfado.

Por suerte, existen métodos pensados para que los más pequeños empiecen a aprender a controlar sus emociones, como la técnica de la tortuga. En este artículo, te explicamos qué es la técnica de la tortuga y cómo debes aplicarla para enseñar al niño a dominar sus impulsos y a solucionar conflictos.

técnica de la tortuga

¿Qué es la técnica de la tortuga?

La técnica de la tortuga es un cuento que utiliza la analogía con el movimiento típico de la tortuga de replegarse dentro de su caparazón cuando siente una amenaza. Cuando está dentro del caparazón, la tortuga es capaz de reflexionar, tranquilizarse y pensar: lo mismo que tiene que hacer el niño antes de reaccionar con pataletas, palabrotas o golpes cuando se enfrenta a determinados estímulos.

Por tanto, esta técnica se utiliza para que los niños aprendan a gestionar sus impulsos y sentimientos desde el autocontrol.

El método de la tortuga es muy utilizado en niños con problemas de agresividad o TDAH, pero es aplicable para enseñar a cualquier niño de entre 3 y 9 años de edad a gestionar correctamente sus emociones. Para niños más mayores, se suelen utilizar otras técnicas basadas en los mismos principios, pero que no hacen referencia a la tortuga.

El cuento de la tortuga está pensado para ser enseñado en la escuela, aunque también puede adaptarse y ser enseñado en casa.

Cómo aplicar la técnica de la tortuga: Fases

La aplicación de la técnica de la tortuga no se limita a explicar el cuento al niño, si no que es importante tener en cuenta las diferentes fases de las que consta. Las vemos a continuación:

Fase 1: Parar

La fase 1 de la técnica de la tortuga consiste en explicar el cuento al niño, para que entienda la importancia de autocontrolarse antes de reaccionar. En el siguiente vídeo aparece explicado el cuento:

Fase 2: Relajar

En la fase 2, enseñamos al niño la importancia de la relajación cuando se ha metido en su caparazón, para evitar responder de forma inadecuada desde la rabia. De este modo, enseñamos al niño que relajarse la permitirá bajar la intensidad de la emoción para volver a estar a gusto y tranquilo.

Para enseñar a relajarse al niño, lo primero es la diferencia entre un músculo tenso y un músculo relajado. Una buena manera de hacerlo, es pedir a los niños que apriete los puños mientras cuentas hasta 10, subiendo progresivamente la intensidad. Después, cuenta hacia atrás y dile al niño que vaya quitando tensión y abriendo el puño poco a poco. Dile que se fije en como va desapareciendo la tensión y en lo agradable que resulta esta sensación.

Fase 3: Solucionar

La última fase del método de la tortuga consiste en ayudar al niño a buscar una solución a una posible situación de conflicto. Para ello, es buena idea simular posibles situaciones que sobresalten o inquieten al niño y trabajar con él soluciones óptimas (puedes inspirarte en algún cuento).

Refuerzos positivos en la técnica de la tortuga

Es conveniente aplicar refuerzos positivos cuando el niño o la niña ya han entendido la técnica de la tortuga y empiezan a aplicarla. De este modo, le constatamos que valoramos positivamente su esfuerzo por controlar las reacciones negativas. Refuerzos positivos pueden ser, por ejemplo, elogios, alabanzas, besos o abrazos.

Especialmente al principio, podemos aplicar el refuerzo positivo cuando el niño intenta aplicar la técnica de la tortuga, aunque no lo haga bien al 100%. Ahora bien, es importante no olvidar la fase de buscar soluciones para resolver el conflicto, y no centrarnos únicamente en evitar las conductas impulsivas.

Beneficios aplicar la técnica de la tortuga

Además de ganar en autocontrol y ayudar al niño a solucionar conflictos, la técnica de la tortuga tiene otros beneficios para los pequeños:

  • Empezar a desarrollar su inteligencia emocional: el método de la tortuga permite que los niños empiecen a identificar sus emociones y a aprender a gestionarlas.
  • Detectar errores y aplicar soluciones: la aplicación de esta técnica hace que los niños poco a poco vayan aprendiendo a ver de mejor manera qué errores han cometido y cuáles son las posibles soluciones para subsanarlos.
  • Mejora de la autoestima: la capacidad de controlar sus emociones y no dar una respuesta secuestrados por ellas, sin duda incide en el autoconcepto que los niños tienen de si mismos y contribuye a mejorar su autoestima.
  • Mayor asertividad: los niños que aprenden a gestionar sus emociones, son capaces de defender su posición de una manera positiva y sosegada, sin necesidad de mostrarse agresivos.
  • Mejora de las habilidades sociales: esta asertividad hace que mejore la comunicación y las habilidades sociales de los niños y niñas.
  • Favorece la toma de decisiones: por último, cabe destacar que la gestión consciente de las emociones lleva al niño a tener que tomar sus propias decisiones. Una vez que los niños dejan de ser víctimas de sus propias emociones, entienden que han de tomar una decisión desde la conciencia para resolver el conflicto.