El salmón ahumado cuenta con proteínas, vitaminas y ácidos grasos esenciales, pero has de saber que las embarazadas no deben comerlo, ya que podrías poner en riesgo a tu bebé.
En este artículo te explicamos por qué el salmón ahumado no es recomendable para embarazadas y te contamos alternativas para que puedas comer salmón de manera segura. ¡Sigue leyendo!
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¿Se puede comer salmón ahumado durante el embarazo?
Definitivamente, los especialistas recomiendan no comer salmón ahumado durante el embarazo, ya que el proceso de ahumado al que se somete no es suficiente para eliminar la totalidad de bacterias o gérmenes que pueda contener el pescado. Esto hace que exista riesgo de infección alimenticia.
El principal peligro asociado al consumo de salmón ahumado durante el embarazo es el alto riesgo de listeria, que puede pasar al feto directamente desde la placenta y provocarle una intoxicación que puede hacer peligrar la nutrición y el correcto desarrollo del feto, pudiendo llegar a provocar en el peor de los casos un parto prematuro o la muerte del bebé.
Hay que tener en cuenta que las mujeres embarazadas tienen un riesgo de contraer listeria mucho mayor (hasta 18 veces más probabilidades que la población general). La listeria es una bacteria que se puede encontrar principalmente en el pescado y el marisco, pero también en los huevos, la carne cruda, los embutidos o el queso fresco.
¿Qué ocurre si he comido salmón ahumado estando embarazada?
Si crees que podrías sufrir cualquier tipo de intoxicación, es importante que acudas cuanto antes a urgencias. Si has comido por error salmón ahumado y no tienes ningún síntoma, no te preocupes, pero es importante que observes la aparición de cualquier síntoma, como malestar general, dolor de cabeza, fiebre, dolor de estómago, diarrea o vómitos. En caso de duda, lo mejor es que lo hables con tu médico.
En todo caso, es importante que evites volver a consumir salmón ahumado durante el embarazo.
¿Cómo consumir salmón de forma segura durante el embarazo?
Estar embarazada no te impedirá disfrutar de un buen salmón, algo que contribuirá en el desarrollo del feto aportándole nutrientes que necesita.
Es habitual proponer dos alternativas al salmón ahumado en crudo para embarazadas, el salmón cocinado y el salmón ahumado previamente congelado (nosotros ésta última no te la recomendamos, te contamos por qué a continuación):
Salmón ahumado previamente congelado (no recomendable)
Congelar el salmón ahumado antes de ingerirlo, así como cualquier otro pescado, disminuye el riesgo de sufrir una intoxicación. El proceso de congelación elimina la mayoría de bacterias y parásitos como el anisakis, pero no al 100%. Por eso, muchos especialistas recomiendan no consumir el salmón ahumado en crudo aunque se haya congelado durante al menos 3 días, con el objetivo de eliminar cualquier tipo de riesgo.
Salmón ahumado cocinado
No hay ningún problema para que comas salmón cocinado durante el embarazo, de hecho es positivo, ya que es una fuente de proteínas, vitaminas, omega 3 y omega 6. El calor de la cocción elimina todos los gérmenes, por lo que comer salmón cocinado es perfectamente seguro. Puedes cocinarlo a la plancha, al horno o en una barbacoa, lo realmente importante es que te asegures de que esté bien cocinado y no quede crudo por dentro.
Composición nutricional del salmón
El salmón es un alimento muy completo a nivel nutricional, por lo que tiene multitud de beneficios para el organismo. En la siguiente tabla puedes ver una detalle de su composición, incluyendo todas las vitaminas, minerales y ácidos grasos por porción y por ración.
*Fuente: Federación Española de la Nutrición.
El salmón es, además, una gran fuente de EPA y DHA, dos ácidos grasos fundamentales para el desarrollo del cerebro del feto durante la gestación.
Consejos para consumir pescado de forma segura durante el embarazo
- No consumir pescado o marisco crudo: cualquier pescado o marisco se debe cocinar por encima de los 75 º para poder eliminar las bacterias o parásitos que pueda contener. Esto implica evitar los ahumados también en cualquier otro pescado además del salmón, ya que éste se realiza a temperaturas inferiores.
- Cuidado con el anisakis: los pescados de agua dulce no tienen anisakis (como la trucha o la carpa), pero sí que tendrás que vigilar con los de agua salada. Los pescados con más riesgo de anisakis son la merluza, los boquerones, el besugo, el bacalao, la pescadilla, el jurel o la bacaladilla.
- La importancia del envasado: asegúrate de que el pescado esté correctamente envasado cuando lo congeles. El paquete debe no estar dañado ni tener escamas de hielo dentro del envase.
- Observa el pescado: revisa bien el pescado antes de cocinarlo, para asegurarte de que huela bien y su aspecto sea el normal. Presta especial atención a los siguientes aspectos:
- Ojos: si compras pescado fresco, comprueba que los ojos sean transparentes, lo que significará que está fresco.
- Color: no compres o consumas el pescado si tiene un color diferente del habitual. Otro punto que debes verificar es que los bordes del pescado no estén secos ni de un color oscuro.
- Aspecto de la carne: la carne de un pescado fresco debe ser firme, libre de mucosidades y con piel y escamas brillantes.
- Mercurio: evita los peces más grandes, ya que son los que pueden acumular una cantidad mayor de mercurio.
En conclusión, lo mejor para evitar cualquier tipo de riesgo es evitar consumir salmón ahumado, ni cualquier otro pescado que no haya sido cocinado. La buena noticia es que si lo cocinas, podrás seguir disfrutando de una gran variedad de pescado, que además le aportará nutrientes esenciales a tu bebé.