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¿Qué es la costra láctea y qué la causa?
- Exceso de aceite (sebo) producido por las glándulas sebáceas en el cuero cabelludo del bebé.
- Déficit de enzimas transitorio, que se corrige de manera espontánea.
- Predisposición genética.
- Incremento de población de algunos organismos que habitan la piel.
En todo caso, hay destacar que la costra láctea es bastante común en bebés (más de un 10% la pasan) y no produce dolor ni picor. Aunque su aspecto sea desagradable, en la gran mayoría de los casos no hay de qué preocuparse. Aun así, en caso de duda, lo mejor es que acudas al pediatra de tu bebé.
¿Cuáles son los síntomas de la costra láctea?
¿Cómo puedes saber si a tu bebé le ha aparecido costra láctea? Te contamos cuáles son los síntomas más habituales:
- Enrojecimiento e inflamación moderada en la piel, especialmente en el cuero cabelludo y en zonas con pliegues.
- Escamas con costra de color amarillo o blanco.
- Combinación de áreas con escamas y áreas peladas.
- Suele aparecer entre las 2 y las 6 primeras semanas de vida del bebé, aunque en ocasiones también aparece más tarde.
Cuando los bebés son más mayores, la presencia de más pelo puede hacer que sea más difícil detectar estos síntomas. En esos casos, una señal suele ser que el bebé empiece a rascarse la cabeza con bastante asiduidad.
¿Cómo eliminar la costra láctea?
Al tratarse de una erupción que acaba desapareciendo sola con el tiempo y ni pica ni causa dolor al bebé, no es obligatorio aplicar ningún tipo de tratamiento para eliminarlas. En ningún caso hay que intentar quitarla con las uñas ni con cualquier otro objeto.
Existen cremas, lociones y geles indicados para reducir el exceso de sebo, el enrojecimiento de la piel y las inflamaciones, que ayudan a que las costras se despeguen. Posteriormente, es más fácil eliminarla aplicando champú infantil y frotando con suavidad la cabeza. Aplicando este tratamiento durante varios días, las costras suelen desprenderse por sí solas. Aun así, debes saber que no es raro que vuelvan a salir.
Otro posible remedio consiste en aplicar un poco de aceite de oliva sobre la zona afectada, ya que tiene efecto calmante para la piel. Para asegurarte de que no existe ninguna reacción alérgica, aplica primero una pequeña cantidad de aceite sobre la piel y comprueba que no ocurra nada.
Hay otros tratamientos a base de vaselina y ácido acetil salicílico, champús antifúngicos o incluso cremas de corticoides que se aplican solo en situaciones extremas, pero en estos casos será el pediatra quien determine si es conveniente y necesario aplicarlos bajo prescripción médica.
En cualquier caso, no hay que olvidar que la costra láctea es inocua para el bebé y suele desaparecer con el tiempo, por lo que por norma general, lo recomendable es evitar tratamientos agresivos.
¿Cuándo hay que acudir al médico?
Como hemos explicado antes, la costra láctea no pone en riesgo la salud del bebé en la gran mayoría de casos, por lo que generalmente basta con tratarla con productos naturales. No obstante, en algunos casos puntuales puede aparecer algún tipo de complicación que haga que sea necesario un tratamiento médico.
Éstas complicaciones tienen que ver con que la costra láctea empiece a extenderse demasiado por el cuerpo del bebé o se infecte (en este caso, los bordes suelen inflamarse y presentar un aspecto enrojecido). En estos casos, sí que será necesario que el pediatra lo examine y le recete alguna crema o pomada para tratar la costra láctea.
Como siempre decimos (y no nos cansaremos de decir), si tienes dudas lo mejor es que lo consultes cuanto antes con el pediatra.
Consejos para el cuidado del pelo en recién nacidos
A continuación te damos algunos consejos para el cuidado del cuero cabelludo del bebé, que le ayudarán a mantener una buena salud capilar y a minimizar posibles afectaciones como la costra láctea:
- Lavar la cabeza del bebé a menudo: tenga más o menos pelo, en la cabeza del bebé se van acumulando restos de sudor y sebo, que a la larga obstruyen los poros y contribuyen a la aparición de irritaciones, granitos, sarpullidos o eccemas. Solo tienes que pasar delicadamente por su cabeza una esponja con agua tibia y muy poca cantidad de champú para bebés, vigilando que no le caiga a los ojos.
- Secar bien la cabeza: además de lavar correctamente la cabeza del bebé, también es muy importante un correcto secado. La mejor manera de hacerlo es secar inicialmente la cabeza con una toalla suave y mucho cuidado, dejando que termine de secarse en casa a temperatura ambiente (sin sacarle a la calle, ya que el bebé podría coger frío).
- No acostar al bebé con la cabeza mojada o húmeda: la humedad es el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de hongos y otros organismos en la piel de tu bebé.
Conclusión
La costra del lactante no es algo que deba preocuparte en exceso, ya que no suele tener efectos negativos en el bebé y muchos bebés pasan por ello sin complicación alguna. No obstante, puedes aplicar tratamientos naturales para facilitar la desaparición de las costras.
En todo caso, lo más importante es que vayas controlando la evolución de la costra láctea en tu bebé, para acudir al pediatra si detectas que las costras se están extendiendo demasiado o si presentan signos de alarma, como el cambio de color o demasiada irritación y enrojecimiento.