Cuando descubres el concepto “bebé de alta demanda”, lo normal es que te plantees: ¿Puede que mi bebé lo sea? En este artículo te ayudamos a responder esta pregunta y te damos algunos consejos sobre cómo actuar si tu bebé es de alta demanda. Pero antes, debes saber que un bebé de alta demanda es un bebé perfectamente normal, sin ninguna patología ni desorden psicológico, así que no te asustes: ni está enfermo ni habéis hecho nada mal. Simplemente se trata de una etiqueta que ayuda a los padres a que comprendan mejor a su bebé y que aprendan a manejarlo de manera más fácil.
Los bebés con alta demanda suelen ser despiertos, cariñosos, sensibles y en ocasiones muy inteligentes. Sus problemas de conducta suelen estar causados por su intensa personalidad, la falta de capacidad para gestionar sus propias emociones e incluso su fuerte temperamento (que es la parte de la personalidad que viene determinada genéticamente).
Sigue leyendo y descubre si tu peque es un bebé de alta demanda y qué tienes que hacer en caso de que efectivamente lo sea.
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¿Cómo saber si mi bebé es de alta demanda?
Podemos considerar que todos los bebés son en cierta manera demandantes, ya que necesitan de la madre o del padre para hacer cualquier cosa. Por ejemplo, para comer, moverse o estar limpios, entre otras muchas cosas. No obstante, existen algunos bebés que piden con mayor intensidad que estas necesidades sean atendidas, y generalmente lo hacen con mayor frecuencia. ¿Cómo saber si tu bebé es de alta demanda o simplemente es más activo o sensible? Para ser considerado de alta demanda, tu bebé debe de cumplir todas o casi todas las características que te mostramos a continuación.
- Hiperactivos. Tienen mucha energía y se mantienen activos todo el rato, con una actividad excesiva. Están siempre en alerta como si fuesen a realizar algo. Les cuesta mucho relajarse.
- Absorbentes. Siempre necesitan más y más, tanto, que acaban absorbiendo la energía de quienes le rodean.
- Intensos. Ponen toda su energía en todo lo que hacen, desde llorar hasta reír o incluso comer. Lo hacen todo de manera exagerada.
- Exigentes. Son bebés a los que no les gusta esperar y cuando quieren algo lo quieren ya.
- Necesitan ser alimentados frecuentemente. Para ellos comer es una forma de tranquilizarse, por eso comen de manera tan continua, incluso por la noche. Todo el proceso que conlleva el comer les hace sentir en calma.
- Impredecibles. Para ellos las rutinas no sirven. Puede que hoy algo funcione pero mañana no. Siempre quieren algo nuevo, necesitan variedad.
- Súper sensibles. Tanto a nivel emocional como a nivel físico. Los estímulos, el entorno e incluso los ruidos pueden suponer un gran reto para ellos. Manifiestan las emociones de una manera muy intensa.
- Insatisfechos. Parece que nunca están contentos con lo que tienen o consiguen, nunca es suficiente. Obviamente esto crea frustración en los padres, por eso es importante aceptar que es una de sus características especiales y tener paciencia.
- No se calman por sí solos. No saben relajarse de ninguna manera que no sea con la ayuda de sus padres. Es cierto que, como norma general, a los bebés les cuesta calmarse solos, pero pueden dejar de llorar por sí mismos. Los bebés de alta demanda no.
- Sensibles a la separación. Son bebés que necesitan el contacto de sus padres constantemente, viven en brazos. Cuando se alejan de ellos manifiestan sentimientos de inseguridad y miedo. Con el paso del tiempo esto no cambia y puede incluso intensificarse.
Una vez que sabes que tu bebé es de alta demanda, lo importante es conocerlo bien para entender su carácter y forma de ser para adaptarte a él y aprender a tratarlo de la mejor manera según sus características.
¿Cómo actuar con un bebé de alta demanda?
El primer paso cuando has descubierto que tienes un bebé de alta demanda es aceptarlo, reconocer que tu bebé tiene unas características concretas y te necesita más de lo normal. Piensa que no puedes cambiar su personalidad ni su temperamento, así que tómatelo con calma y sé paciente. Sobre todo al principio puede resultar complicado, pero es lo único que te va a permitir avanzar con él.
A continuación te damos algunos consejos sobre cómo actuar con un bebé de alta demanda:
- No compares. Por difícil que pueda ser, es importante evitar comparar a tu bebé con los bebés de tus amigos que sean más tranquilos. Las comparaciones solo aumentan tu frustración. Tienes que entender que tu bebé es único y tiene necesidades únicas.
- Sé consciente de su sensibilidad (tanto física como emocional). Ten cuidado con el lenguaje que usas para dirigirte a él, ya que un tono demasiado alto podría irritarle, y con los tejidos que usas para vestirlo, ya que los tejidos demasiado ásperos podrían rozarle (incluso una etiqueta).
- Muéstrate calmada y segura. Los niños suelen ser reflejos de sus padres, así que tu tranquilidad puede ser una guía para él.
- Responde a sus necesidades y demandas. En ocasiones se suele decir que cuando los bebés están muy inquietos o demandan mucho, es mejor “pasar” de ellos para que se tranquilicen. En el caso de los bebés de alta demanda esto no es así; es mejor atenderlos, ya que sus necesidades no suelen ser caprichos.
- Enséñale a tu bebé a realizar actividades solo. Conforme vaya creciendo, motívalo a que haga actividades solo para que empiece a ganar independencia. Pueden ser cosas simples como recoger sus juguetes, comer con sus propias manitas o vestirse solo.
- Ten algún momento de tranquilidad. Es muy importante cuidar a tu bebé, pero también lo es que cuides de ti misma. No serás peor madre por necesitar un momento de relax. Así que pide ayuda externa si necesitas reducir tu nivel de tensión (puedes acudir a familiares como abuelos o tíos).
¿Cuándo cambian los bebés de alta demanda?
Las características de los bebés de alta demanda pueden ir suavizándose a lo largo del tiempo, incluso evolucionando en otras nuevas. Aun así, un bebé de alta demanda seguirá siendo un adolescente y un adulto de alta demanda. Ellos son así porque han nacido así y como padres hay que aceptar y asumir como son, haciéndoles la vida más fácil dentro de sus posibilidades.
Los bebés de alta demanda siguen siendo muy intensos emocionalmente toda la vida, además de seguir teniendo una alta sensibilidad. Pero muy posiblemente será una persona que diga te quiero con frecuencia y que se preocupe por el estado emocional de las personas que le rodean, desarrollando una gran empatía.
¿Por qué se les llama bebés de alta demanda?
Ahora que ya sabes qué es un bebé de alta demanda, cómo son sus características y como debes de actuar con él, vamos a ver de dónde viene ese nombre. El término “bebé de alta demanda” fue creado por el doctor americano William Sears a finales de los años 90, tras la llegada al mundo de su cuarta hija. En seguida se dio cuenta de que ésta tenía un temperamento muy fuerte y nada de lo que había hecho con sus hermanos mayores funcionaba con ella, que requería de más atención.
Ahora bien, aunque el Dr. Sears acuñara este nombre, lo cierto es que desde los años 50 ya existían varios estudios que determinaban que algunos bebés tenían un temperamento más complicado que la mayoría, a los que se definía con palabras bastante negativas, como movidos, difíciles, quisquillosos o irritables. Así, el Dr. Sears propuso llamarlos “bebés de alta demanda”, una manera mucho más amable y enfocada en las altas necesidades de estos bebés , que ha perdurado hasta la actualidad.
Libros sobre bebés de alta demanda
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Conclusión: Entonces, ¿no debo preocuparme?
No te asustes ni te preocupes si tienes un bebé de alta demanda. Son niños muy intensos y muchas veces son todo un reto para los padres e incluso para los abuelos cuando tienen que cuidar de ellos. Pero, por otro lado, son personitas muy curiosas, sociables y cariñosas que se harán adultas con una fuerte personalidad e inteligencia. No te sientas culpable por tener un bebé de alta demanda, ya que no es algo que dependa de ti, sino del temperamento que les acompaña desde que nacen. Ponerle la etiqueta a tu bebé de “bebé de alta demanda” te ayudará a darte cuenta de que no es que estés haciendo algo mal, sino que son así. Aceptarlo tal y como es te ayudará a tomarte la vida de otra manera. Acompáñalo en todo lo que necesite, ya que no vas a poder cambiar su personalidad nunca.
Posiblemente te cruzaras con personas en tu vida de las cuales tendrás que aguantar ciertos comentarios del tipo “no sabes calmar a tu bebé”, “es un mimado” o “qué pesado”. En estos casos, ten paciencia y mantén la compostura. Ningún padre sabe lo que es tener un bebé de alta demanda hasta que lo tiene y lo vive en su propia piel.
