Actualmente podemos encontrar en la farmacia test de embarazo con porcentajes de fiabilidad muy elevados, pero ¿Cómo se hacía antes? Uno de los métodos más clásicos y rudimentarios es el test de embarazo con el dedo. ¿Funciona? Muchas abuelas asegurarán que sí, pero lo cierto es que no hay muchas evidencias científicas al respecto 🙂
En este artículo te explicamos en qué consiste el test de embarazo con el dedo y otras pruebas de embarazo caseras que las mujeres se han hecho durante siglos para saber si estaban en estado de buena esperanza. ¡Sigue leyendo!
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¿Cómo hacer el test de embarazo con el dedo?
Antes de que se inventaran los test de embarazo de sangre u orina, las mujeres solían prestar mucha atención a su ombligo para averiguar si estaban embarazadas. Tiene cierto sentido, ya que especialmente en el caso de las mamás primerizas, el ombligo tiende a abultarse, aplanarse o enrojecerse.
La prueba de embarazo con el dedo parte de esa premisa y consiste en introducir de manera suave el dedo en el ombligo de la mujer y ver qué sucede: según dicta esta técnica, si se percibe un leve movimiento (como si el ombligo saltara hacia afuera) habría embarazo; en cambio, si no se produce ningún tipo de movimiento, no lo habría.
¿Es fiable el test de embarazo con el dedo?
Como puedes imaginar, el test de embarazo con el dedo no cuenta para nada con el aval de la comunidad científica. Aunque tu abuela diga que a ella le funcionó. Ten en cuenta que no todas las mujeres experimentan cambios en su ombligo y en otras pueden tardar más tiempo en aparecer, por lo que es perfectamente factible que no notes ningún movimiento en tu ombligo y en cambio estés embarazada.
Puedes enfocar el test de embarazo con el dedo como un juego, pero si crees que puedes estar embarazada, lo mejor es que te hagas un test de farmacia y que acudas a una visita médica con el especialista. Eso sí, si te animas a hacer el test del ombligo, es recomendable que la persona que introduzca el dedo se lave bien las manos previamente, ya que se trata de una zona susceptible de sufrir infecciones.
Otras pruebas de embarazo caseras
Existen otras pruebas caseras que en teoría son capaces de detectar un embarazo, pero ya te avanzamos que, del mismo modo que ocurre con el test de embarazo con el dedo, su fiabilidad es bastante cuestionable. Vamos a ver algunas de las más conocidas:
- Test de la pasta de dientes: para hacer este test de embarazo casero, necesitas introducir un poco de pasta de dientes blanca en el fondo de un vaso de plástico. Luego, vierte un poco de orina encima y espera unos minutos. Si la pasta cambia a un color azulado, querría decir que estás embarazada.
- Test del vinagre: llena la mitad de un vaso o bote transparente con orina. Después, agrega una cucharada de vinagre blanco y deja reposar unos 20 minutos. Después, observa si se ha producido algún cambio: si el líquido ha cambiado de color o si ha aparecido espuma, puede ser indicativo de embarazo. Es buena idea que hagas una fotografía del vaso justo al añadir el vinagre, para que después puedas comprar mejor si ha habido algún cambio.
- Test del azúcar: en este caso, el procedimiento consiste en introducir azúcar dentro de la primera orina de la mañana. En teoría, si el azúcar se disuelve significaría que no estás embarazada, pero si se queda sin disolver en el fondo del vaso, indicaría que estás embarazada.
- Test del jabón: para hacer esta prueba coloca una pastilla de jabón nueva en un recipiente y cúbrela con la primera orina de la mañana. Si aparece espuma, podría significar que estás embarazada.
- Test de la aguja: en el caso del test de la aguja, tendrás que enhebrar una aguja en aproximadamente 30 cm de hilo y hacer un nudo en el extremo. Coloca la aguja a unos 5 – 10 cm del vientre, en suspensión, y permanece quieta. Se supone que si la aguja se mueve sola, querría decir que estás embarazada.
- Test del bicarbonato: mezcla en un recipiente una cucharada de bicarbonato de sodio con más o menos la misma cantidad de la primera orina de la mañana. Si sale espuma o burbujitas, podría significar que estás embarazada.
Tal y como te hemos recomendado anteriormente, puedes tomarte tanto el test de embarazo con el dedo como estas otras pruebas caseras como poco más que un juego, ya que en absoluto tienen la fiabilidad de los test convencionales.
Posibles primeros síntomas de embarazo
Además de hacerte este tipo de pruebas caseras, puede serte útil conocer cuáles son los primeros síntomas que suelen experimentar las mujeres cuando se quedan embarazadas. Los vemos a continuación:
- Ausencia de regla: uno de los primeros síntomas de embarazo es la falta de regla, aunque a veces esto puede deberse a otras causas, como el estrés o un choque emocional. En el caso de mujeres con ciclos menstruales irregulares, este síntoma es más difícil de detectar.
- Náuseas y vómitos: uno de los primeros síntomas que asociamos a un embarazo son las náuseas y los vómitos. Suelen producirse justo después de levantarse o de desayunar, pero tampoco es raro experimentarlos en otros momentos del día. En algunos casos también puede producirse ardor de estómago.
- Incremento y cambios en el flujo vaginal: el aumento de hormonas conlleva un mayor volumen de flujo vaginal y hace que el aspecto de éste sea más blanquecino.
- Sangrado leve: algunas mujeres experimentan un ligero sangrado durante las primeras semanas de embarazo, que se caracteriza por tener un color más claro que el de la sangre menstrual normal.
- Hinchazón en mamas o pezones: algunas mujeres pueden experimentar un aumento en sus senos como primer síntoma de embarazo, que también suele ir acompañado de una mayor sensibilidad en la zona.
- Más ganas de orinar: durante las primeras semanas de embarazo el útero crece, comprimiendo la vejiga y haciendo que su capacidad útil sea menor, lo que conlleva que tengas que orinar antes.
- Fatiga o cansancio: hay mujeres que durante las primeras semanas de embarazo experimentan mucha fatiga o cansancio, así como una constante sensación de sueño. Normalmente suele remitir después de las primeras semanas, pero en ocasiones puede perdurar durante el embarazo.
- Dolor de cabeza: no es raro padecer dolor de cabeza o cefaleas en los principios del embarazo, debido al aumento de estrógenos.