Si estás embaraza y no consigues dormir bien pero no tienes claro si se trata de insomnio o del algún trastorno del sueño, lo mejor es que acudas a un especialista para que te evalúe. No obstante, puede que solo se trate de una época en la que estás durmiendo mal y nosotros podemos darte algunos consejos para mejorarlo.
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¿Qué es el insomnio?
Lo cierto es que existen varios tipos de insomnio, pero en lineas generales es un trastorno del sueño que puede causar dificultad para quedarse dormido o para dormir durante varias horas seguidas. Además de esto, puede que hayas dormido varias horas y te despiertes aún sintiendo cansancio.
¿Y por qué pasa esto durante el embarazo? Como todas sabemos, el cuerpo sufre gran cantidad de transformaciones durante el embarazo, por lo que tu cuerpo se está intentando acostumbrar a todos esos cambios. Tu cabeza no para de darle vueltas y la dificultad para dormir aumenta por momentos.
Características del insomnio nocturno en embarazadas
Existen algunas características habituales que pueden ayudarte a darte cuenta de si se trata realmente de insomnio o no. Durante la noche, las características más habituales del insomnio son las siguientes:
- Sueño no reparador. Al despertar te sientes muy cansada.
- Dificultades para conciliar el sueño.
- Dificultades para mantener el sueño durante varias horas seguidas.
- Despertar adelantado e incapacidad de volver a conciliar el sueño de nuevo,
Después de una noche de insomnio, durante el día puede que sientas alguno de los siguientes aspectos:
- Cansancio, fatiga.
- Disforia (desarreglo de las emociones).
- Dificultad de atención y concentración.
- Síntomas de depresión y ansiedad.
- Algunas veces puedes notar excesiva somnolencia o incluso déficit de memoria.
Causas más habituales del insomnio durante el embarazo
Algunas de las causas más habituales del insomnio durante el embarazo son las siguientes:
- Reflujo gastroesofátigo: El poco espacio que tiene el estómago y las hormonas del embarazo crean digestiones aún más largas y pesadas. Por eso es habitual una sensación de ardor o acidez en la garganta. Para reducir esta sensación, evita las comidas con grandes cantidades, ácidas, grasientas o demasiado condimentadas. Además de esto, intenta no comer justo antes de irte a dormir.
- Náuseas y vómitos: Son muy frecuentes en las embarazadas durante los tres primeros meses y puede acabar dificultando el sueño. Para controlarlo intenta no acostarte justo después de haber cenado e intenta comer alimentos poco pesados que normalmente no te sienten mal al estómago.
- Dolores de espalda: Cómo es obvio, el volumen uterino incrementa durante el embarazo. Esto hace que el cuerpo tenga que volver a equilibrarse debido a la curvatura que se crea en la columna. Este es uno de los factores que más dolores y molestias musculares puede llegar a causar. Muchas mujeres sufren incluso pinchazos y calambres en las piernas.
- Aumento de la frecuencia urinaria: Cada vez más aumenta el volumen del útero, por lo que la vejiga cada vez más está más presionada. Por lo tanto, las ganas de orinar constantemente no paran de incrementar. No obstante, no dejes de beber agua durante el embarazo, ya que necesitas estar bien hidratada. Para evitar levantarte por la noche demasiadas veces para ir al lavabo, intenta no beber tanta agua antes de irte a dormir.
- Síndrome de piernas inquietas: Muchas embarazadas notan una sensación de quemazón u hormigueo en las piernas cuando permanecen en reposo. La única manera de evitarlo es mover las piernas, aunque no en todos los casos funciona. También puedes probar de realizar más actividad física durante el día, para poder descansar mejor por la noche.
- Movimiento fetales: A partir de las 18 o 20 semanas, el bebé no parará de moverse dentro de tu barriga. Además, parece mentira pero, en la mayoría de casos, el peque se activa en horas nocturnas, cuando tú te has estirado y estás intentando descansar.
- Ronquidos: No es uno de los motivos más frecuentes, pero muchas embarazadas no son capaces de descansar correctamente por las noches a causa de los ronquidos a partir del tercer trimestre. Si esto pasa, lo mejor es acudir al médico, ya que puede que existan problemas de apnea del sueño o de hipertensión subyacente.
Consejos que te ayudarán a dormir mejor si estás embarazada
Es cierto que existen medicamentos que pueden ayudarte en gran medida a conciliar el sueño más rápidamente y descansar, pero estando embaraza es algo que se desaconseja por completo. Nosotros te damos algunos consejos para que puedas dormir mejor durante el embarazo, sin necesidad de tomar medicamentos:
- Intenta mantener un patrón de sueño diario, durmiendo una media de 7-8 horas diarias.
- Evita las bebidas estimulantes como el café.
- Intenta no dormir demasiado durante el día y no acostarte muy tarde.
- Mantén una dieta saludable.
- Haz ejercicio rutinario.
- Duerme sobre el lado izquierdo para mejorar el flujo sanguíneo.
- Evita dormir boca arriba.
- Coloca almohadas entre las rodillas o debajo del abdomen para evitar dolores de espalda u otros.
- No hagas actividades estimulantes antes de irte a dormir, como por ejemplo ejercicio físico o estar pegada a la pantalla del móvil u ordenador.
Insomnio en el embarazo por trimestres
El aumento del cansancio es uno de los primeros síntomas que suelen notar las mujeres embarazadas. A partir de los 3 o 4 meses se puede convertir en un aumento de somnolencia. Posiblemente te canses al andar 10 metros o incluso no seas capaz de acabar de ver tu película favorita. Esto es debido a que tu cuerpo se está preparando para crear una nueva vida dentro suyo, por lo que la cantidad de sangre que corre por tus venas aumenta y, en consecuencia, necesitarás más energía y más descanso.
Insomnio en el embarazo: primer trimestre
Durante el primer trimestre de embarazo, una de las principales causas de no poder dormir son las preocupaciones, ya que le estas dando vueltas a la cabeza todo el día sobre temas relacionados con la salud de tu bebé, miedos que te provocan el embarazo, etc. Lo mejor es que hables de ello con amigas que ya han pasado por eso, con familiares o incluso con tu médico. De una manera u otra harán que te tranquilices y que puedas descansar más y mejor.
Además de las preocupaciones, el aumento de la progesterona también puede provocar que no puedas dormir, ya que hace que aumente la temperatura corporal. Intenta no dormir demasiado durante el día, para que el sueño nocturno sea lo más fácil posible.
Por otro lado, la fase REM del sueño es cada vez más corta conforme va avanzando el embarazo. Por lo que no tendrás el mismo sueño profundo al principio que al final del embarazo, algo que hará que el descanso cada vez sea menos eficaz.
A todo lo anterior se le pueden sumar las queridas náuseas. Muchas mujeres sufren este síntoma durante los tres primeros meses de embarazo, sobre todo cuando llega la noche y el cuerpo se relaja. Intenta no comer alimentos pesados justo antes de irte a dormir y evita tumbarte justo después de haber comido.
Insomnio en el embarazo: segundo trimestre
Conforme avanza el embarazo y ves que todo va sobre ruedas, la preocupación disminuye. Por lo tanto, estarás más tranquila y ya no le darás tantas vueltas a la cabeza. Tu mente ya se ha acostumbrado al embarazo, por lo que puede que empieces a dormir un poco más y mejor. No obstante, no siempre es así. Puede que en el segundo trimestre de embarazo sigas con dificultades para conciliar el sueño.
Puede que sigas teniendo náuseas, pero sobre todo no te automediques. Ante la duda, acude al médico que está realizando el seguimiento de tu embarazo. Lo que puede que empiece a molestarte un poco y te impida tener un sueño reparador es el peso de la barriga y su tamaño. Al crecer, los órganos quedan comprimidos, incluida la vejiga, que hará que tengas que ir al baño de manera mucho más frecuente. También empezarás a tener reflujo gastroesofágico. Te aconsejamos que uses almohadas o cojines para encontrar una postura cómoda en la cama.
Insomnio en el embarazo: tercer trimestre
En este trimestre parece que tu cuerpo se empieza a preparar para lo que le espera, despertarse cada dos por tres para estar por el bebé. Posiblemente el reflujo gastroesofágico aumente, por lo que tendrás que evitar comidas muy grasientas, pesadas o ácidas, y no comer justo antes de acostarte.
La frecuencia de orinar aumentará cada vez más, así que te aconsejamos que evites beber agua justo antes de irte a dormir e ir al baño minutos antes de estirarte en la cama. Las molestias musculares y dolores de espalda también pueden provocarte dificultades para conciliar el sueño durante el tercer trimestre de embarazo.
Además de esto, al tercer trimestre se suman los calambres en las piernas y en los pies. Hay zonas del cuerpo que empiezan a estar muy resentidas por la presión que ejerce el feto en los órganos y en los vasos sanguíneos. También se ven afectados los nervios que comunican el tronco con las extremidades inferiores, por eso puedes llegar a sentir molestias en las piernas. De hecho, podrías sufrir el síndrome de las piernas inquietas, por eso es importante que lleves una dieta con los suplementos alimenticios adecuados, sobre todo de hierro.
En este trimestre también empezarán a interrumpirte el sueño los movimiento fetales. Respecto a esto no puedes hacer nada, solo pensar que si se mueve es porque el bebé está perfecto. Puede que ese pensamiento te tranquilice.
¿Y los nervios? Sin duda son los protagonistas durante el último mes de embarazo. Te surgirán miedos e inquietudes que no dejarán que tu cabeza descanse. Además, a veces estas preocupaciones de pueden convertir en sueños y pesadillas que no te dejarán que descanses bien. Lo mejor es que hagas ejercicios de relajación o busques actividades que te relajen y compensen el estrés que te provoca pensar en el parto.
¿Por qué es más habitual el insomnio en el embarazo?
En primer lugar y como es obvio, aquellas mujeres que ya padecían insomnio con anterioridad, en el periodo de embarazo lo siguen sufriendo y puede que incluso más acentuado. Por otro lado, la presión que ejerce el feto en determinados órganos, como la vejiga, hace que tengas un sueño interrumpido por las ganas de orinar frecuentes.
Además de esto, a partir del segundo trimestre empezarás a notar como tu bebé se mueve dentro de ti. Esto suele ocurrir durante la noche, cuando tu cuerpo se relaja. Por lo tanto, puede ser una de las causas por las que no tengas un sueño 100% reparador.
Asimismo, si estás acostumbrada a dormir boca abajo, vas a tener que empezar a cambiar tu postura y a tu cuerpo le va a costar acostumbrarse. El reflujo gastroesofágico y las náuseas de los primeros meses de embarazo también puede hacer que te cueste más conciliar el sueño.
En general, durante el embarazo tu cuerpo se somete a grandes cambios tanto internos como externos. Por lo tanto, tu sueño se va a ver afectado de una forma u otra. Lo mejor es que busques actividades de relajación antes de dormir y evitas las comidas pesadas y demasiado grasientas antes de acostarte.