Amamantar es un proceso emocionante e indescriptible, pero también puede traer algunas complicaciones, como dolores de espalda o lesiones de muñeca o mano. Los cojines de lactancia están pensados para que la lactancia sea más cómoda y placentera tanto para ti como para tu bebé.
En este artículo te mostramos una selección de los 5 mejores cojines de lactancia del 2023, con sus características, ventajas y desventajas, para que te sea fácil escoger el más adecuado para ti. Pero no nos quedamos solo ahí: también resolvemos las preguntas más habituales sobre los cojines de lactancia y sus beneficios.
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Comparativa de los mejores cojines de lactancia
Guía de compra: ¿Qué cojín de lactancia comprar?
1.Niimo Cojin Lactancia Bebe (Ver en Amazon)
Que el cojín de lactancia Niimo (ver en Amazon) sea el más vendido en Amazon, para nada es casualidad. Su relación calidad-precio imbatible y su gran versatilidad, lo convierten en la opción favorita de muchas usuarias. Por si fuera poco, la variedad de diseños en los que está disponible hacen que sea difícil que no encuentres uno que te guste.
- Calidad de los materiales
- Versatilidad
- Relación calidad-precio
- Funda lavable
- Corto para mujeres muy altas
- Puede llegar a descoserse con el uso
2. Koala Babycare Almohada Embarazada y Cojín de Lactancia (Ver en Amazon)
Si buscas una almohada para el embarazo que te sirva después como cojín de lactancia, la Koala Babycare (ver en Amazon) es la mejor opción para ti.
Un cojín hipoalergénico muy cómodo, fabricado con materiales de calidad y certificado por la CE. Y también uno de los que cuenta con más y mejores valoraciones de usuarios que ya lo han comprado.
- Apto para embarazo y lactancia
- Cómodo y suave
- Sirve como reductor de cuna
- Calidad-Precio
- Puede resultar un poco grande
- Relleno un poco duro.
3.SAMAY Almohada de Maternidad (ver en Amazon)
- Muy cómoda
- Útil para personas con dolor de espalda
- Buena calidad
- Ideal para mujeres altas
- Un poco baja en la parte de la cabeza
- No es muy gruesa
4.Almohada Embarazada y Cojin Lactancia – Totsy Baby (Ver en Amazon)
También puede usarse como almohada de lactancia, para posicionar al bebé sentado o tumbado y como reductor de cuna.
- Perfecta relación calidad-precio
- Cómoda y mullida
- Versátil
- Lavable
- Poco firme
- Un poco larga
5.Bamibi® Almohada Embarazada y Cojín Interno Multifuncional (ver en Amazon)
La mejor prueba de la calidad de ésta almohada son las numerosas reseñas positivas que acumula.
- No hecha con materiales sintéticos
- Alivia los dolores de espalda y cuello
- Multifuncional
- Funda 100% algodón lavable
- Un poco grande
- Puede resultar incómoda para dormir
¿Qué es un cojín de lactancia?
Un cojín de lactancia es una almohada cómoda y estable que permite colocar al bebé junto al pecho, en una posición confortable tanto para la madre como para el propio bebé.
Los cojines de lactancia están diseñados para conseguir la máxima comodidad durante las tomas, especialmente durante los primeros meses. Utilizar un cojín de lactancia permite reducir la tensión en el cuello, la espalda, los brazos y las manos, lo que contribuye a facilitar el proceso de lactancia y hace que éste sea más placentero para ti y para tu bebé.
¿Cómo utilizarlo?
El uso del cojín de lactancia dependerá de la postura que adopte la madre para amamantar, según el momento del día y de cómo de efectiva sea para su bebé.
A continuación vamos a ver las principales posturas para dar el pecho y como debe de colocarse el cojín de lactancia en cada caso:
- Postura de cuna: la madre está sentada y coloca al bebé en posición horizontal, apoyando su cabeza con el antebrazo. El cojín de lactancia se coloca debajo de tus brazos y sobre tus piernas, para facilitar que el bebé esté en la postura más cómoda posible.
- Postura de agarre cruzado: esta postura es similar a la postura de cuna, pero en este caso, en vez de apoyar la cabeza del bebé en el antebrazo, se le sujeta con ambas manos. En este caso el cojín también se coloca sobre las piernas de la madre, con la diferencia de que el bebé apoya la cabeza directamente sobre el cojín de lactancia.
- Postura de rugby: en este caso la madre está sentada, preferiblemente en una cama o sofá, y se colocan las piernas del bebé por debajo de uno de sus brazos, de forma que su cabeza quede justo delante del pecho. De este modo, el cojín de lactancia se sitúa entre el bebé y la cama o sofá, para que llegue bien al pecho.
- Postura tumbada: la madre se coloca tumbada de lado en la cama y sitúa al bebé justo enfrente del pecho, encima del cojín de lactancia.
- Postura reclinada: esta postura de lactancia no requiere del uso de cojín de lactancia, ya que en ella la madre se encuentra tumbada o reclinada y coloca al bebé bocabajo sobre el pecho, aprovechando la gravedad para conseguir un mayor apoyo. Una de las manos queda libre para sujetar al bebé por detrás y la otra para sujetar el pecho, en caso de que sea necesario.
Por norma general, especialmente durante los primeros meses de lactancia se recomienda utilizar una de las dos primeras posturas, ayudando con la mano o el antebrazo para que el bebé esté alineado con el seno (a excepción de las madres a las que les han practicado la cesárea o que han sufrido algún tipo de desgarro perianal durante el parto, cuando es habitual que duela estar sentada).
Después de los primeros meses, se puede apoyar la cabeza del bebé en el cojín de lactancia mientras se le amamanta, procurando que esté bien posicionado. En todo caso, la clave está en encontrar una postura de lactancia efectiva y cómoda tanto para el niño como para la madre.
¿Es necesario el cojín de lactancia?
No es imprescindible utilizar un cojín de lactancia para amamantar de manera eficaz. Ahora bien, su diseño hace que las tomas se hagan más cómodas y llevaderas, especialmente al principio, cuando son impredecibles y suelen alargarse más.
Hay que tener en cuenta que durante los primeros meses, las mamás pasamos una gran cantidad de tiempo amamantando al bebé. Por ello, no es raro que empiecen a salir dolores, debido a adoptar malas posturas durante un tiempo prolongado. Lo que hace un cojín de lactancia es evitar o reducir estos dolores, facilitando que el proceso sea mucho más agradable y que puedas estar mucho más relajada durante las tomas.
Por otra parte, la forma de tu pecho es importante a la hora de decidir si te interesa un cojín de lactancia. Más concretamente, deberás fijarte en la orientación de tus pezones. Si lo hacen al frente tiene sentido elevar al bebé para situarlo delante; si están orientados hacia abajo, no es necesario situar al bebé tan arriba.
¿Cuándo utilizar un cojín de lactancia?
El momento más recomendable para utilizar un cojín de lactancia son los primeros 6 meses de vida del bebé, cuando suele necesitar más ayuda para hacerlo de una manera efectiva. Después de éste período, una vez que el bebé ya esté más acostumbrado a la lactancia y posea más fuerza y control en el cuello, puede que ya no necesite un cojín, aunque en muchos casos seguirá resultando más cómodo tanto para la madre como para el propio bebé.
Por otra parte, un cojín de lactancia también puede ser útil para algo más que para amamantar:
- Tiempo boca abajo supervisado: los especialistas recomiendan colocar al bebé boca abajo de forma supervisada para evitar que la cabeza esté siempre apoyada en el mismo punto y fortalecer su cuello (consulta con el pediatra de tu bebé para conocer los tiempos). En este sentido, un cojín de lactancia puede resultar muy útil para este fin.
- Acunar al bebé cuando todavía no puede sentarse solo.
- Conseguir una mejor vista para el bebé y favorecer la interacción con la madre.
¿Qué tipos de cojines de lactancia existen?
Antes de elegir qué cojín de lactancia te interesa comprar, debes de tener en cuenta que existen dos tipos:
- En forma de U o herradura: se trata de los cojines de lactancia más habituales. Su forma permite ajustarlo a la cintura de la madre por su parte abierta, colocando al bebé encima. Algunos de éstos cojines tienen una parte un poco más alta para poder apoyar la cabeza del bebé. Se pueden utilizar desde el nacimiento del bebé hasta los 6 o los 12 meses (según el tamaño del cojín).
- Alargado, en forma de serpiente o churro: éste cojín puede utilizarse tanto para la gestación como posteriormente para la lactancia. Durante el embarazo resulta útil para ayudar a la madre a acomodarse en la cama y para descansar las piernas.
Una vez que has elegido la forma del cojín, fíjate también en el relleno del mismo (por norma general, los cojines de lactancia alargado suelen tener un relleno más blando y mullido, mientras que los cojines en forma de U o herradura no son tan adaptables. En todo caso, fíjate en las reseñas y en las características antes de comprarlo, ya que tanto el relleno como otras características cambian según la marca y el modelo.
¿Qué ventajas tiene utilizar un cojín de lactancia?
El objetivo de usar un cojín de lactancia es procurar una buena postura durante las tomas, ya que estar en una mala postura durante mucho tiempo tiende a producir todo tipo de problemas: dolores (en espalda, cuello o brazos), tomas mucho más largas o una alimentación deficiente del bebé.
- Elimina o disminuye dolores a la madre: estar mucho tiempo en mala postura suele producir todo tipo de dolores (de espalda, cuello, brazo o muñeca). En este sentido, un cojín de lactancia te permitirá coger una buena postura durante las tomas. Esto es especialmente útil durante los primeros meses de vida del bebé, cuando hay un mayor número de tomas y éstas son más largas e imprevisibles.
- Reduce el tiempo de las tomas: un cojín de lactancia permite que el bebé esté a la altura adecuada a la hora de darle el pecho, lo que hace que la succión sea mucho más efectiva, siendo el proceso de alimentarse mucho más cómodo para él.
- Mejora la alimentación del bebé: una mala postura de lactancia puede provocar que el bebé no se alimente como debería y, por consiguiente, que tarde más en ganar peso.
- Ideal también para dar el biberón: aunque no des el pecho a tu bebé, un cojín de lactancia también es perfectamente útil para la alimentación mediante biberón. De hecho, darle el biberón a un bebé puede llegar a ser igual o más agotador que darle el pecho.
- Otros usos: tal y como hemos explicado antes, los cojines de lactancia se pueden utilizar para otros usos, como para el tiempo boca abajo supervisado, para acunar al bebé o para procurarle una mejor situación a la hora de interactuar con él.
¿Qué más tener en cuenta antes de comprar un cojín de lactancia?
Además de la forma del cojín, antes de comprar un cojín de lactancia también es importante que tengas en consideración los materiales con los que está fabricado.
En este sentido, procura que el cojín esté fabricado en materiales que no absorban los líquidos ni los olores, o en su defecto, que disponga de una funda lavable.
Por otra parte, debes asegurarte de que esté fabricado con materiales hipoalergénicos.