Posiblemente habrás oído hablar sobre el arsénico en el arroz y sus efectos negativos para nuestra salud; una amenaza que podría incluso llegar a producir la muerte por problemas cardiovasculares. De hecho, es un alimento que contiene aproximadamente 10 veces más arsénico inorgánico tóxico que otros cultivos cereales.
Pero… ¿qué es realmente el arsénico? El arsénico es una sustancia natural, presente en muchos de los alimentos que comemos e incluso en nuestro entorno como consecuencia de los procesos naturales como la erosión de rocas o los volcanes. Incluso las emisiones industriales, el uso de pesticidas o la producción de energía a partir de combustibles fósiles contribuyen a generar arsénico.
El arsénico es inofensivo siempre y cuando no se consuma en exceso y se mantenga por debajo de dosis concretas. Pero consumido en grandes cantidades puede perjudicar gravemente nuestra salud causando problemas en nuestro organismo a nivel digestivo, renal y cardiovascular. Además, podría aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel, de vejiga o de pulmón.
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¿Por qué el arroz contiene tanto arsénico?
El arroz contiene altos niveles de arsénico debido a que su forma de cultivarlo en arrozales inundados facilita la absorción de este tipo de substancias presentes en el suelo de manera natural. Es cierto que no todos los tipos de arroz contienen la misma concentración; por ejemplo, el arroz integral suele contener mayores cantidades de arsénico que el arroz blanco, ya que éste se suele acumular en el salvado del arroz (en la capa exterior del grano). En cambio, esta capa se elimina en el arroz blanco.
Además, algunas variedades de arroz contienen menos arsénico que otras, por ejemplo, el arroz Basmati o el arroz para sushi.
Trucos para reducir el arsénico en el arroz
Es importante hacer acciones que reduzcan el contenido de arsénico en el arroz cuando lo cocinemos, teniendo en cuenta que eso también puede reducir los niveles de otros nutrientes presentes en el arroz.
A continuación, te mostramos algunos trucos que te pueden servir de ayuda para reducir los niveles de arsénico en el arroz:
Arroz en remojo
Los expertos en la materia aconsejan este método para reducir al máximo la cantidad de arsénico en el arroz. Deberás seguir los siguientes pasos:
1. Deja el arroz en remojo durante toda la noche. Al menos durante 8 horas antes de consumirlo.
2. Cuando lo vayas a cocinar, lávalo y enjuágalo hasta que el agua esté completamente limpia.
3. Hierve el arroz en una cacerola con una proporción de una parte de arroz y cinco de agua.
Ten presente que el arsénico también está presente en los derivados del arroz, como la harina, la leche de arroz o el salvado (o incluso en las tortitas de arroz). Por este motivo te recomendamos que no abuses de estos alimentos.
Hervir arroz y añadir agua fría
Otro método efectivo para reducir el arsénico del arroz es hervirlo en dos veces, añadiendo agua fría después de una primera cocción. Te mostramos el proceso:
1. Pon agua a hervir, añade el arroz y hiérvelo 5 minutos más. Utiliza cuatro tazas de agua por una de arroz.
2. Una vez hecho esto, tira el agua y añádele agua fría (dos tazas por cada taza de arroz).
3. Tápalo y cocínalo a fuego lento hasta que se absorba el agua.
Enjuagar el arroz
Este procedimiento se hace con el arroz crudo. Te mostramos los pasos:
1. Vierte el arroz en un bol y cúbrelo de agua del grifo.
2. Remuévelo con las manos limpias de manera que los granos se froten con el bol, entre ellos y con tus manos.
3. Repite este proceso hasta que el agua salga limpia, totalmente transparente.
Hecho esto, ya puedes poner a hervir el arroz o cocinarlo como tú quieras.
¿Debería dejar de consumir arroz?
¡No! Que el arroz contenga arsénico no implica que tengas que dejar de consumirlo. Es un alimento rico en hidratos de carbono y consumirlo de 2 a 3 veces por semana no va a incrementar nuestra exposición al arsénico de manera muy significativa. El peligro real lo tienen personas que viven en países y regiones con aguas contaminadas donde el arroz es su alimento principal, por no decir el único.
Es verdad que el arsénico inorgánico, el que contiene el arroz, ha sido clasificado como cancerígeno en humanos. No obstante, actualmente en la Unión Europea existen una serie de medidas y reglamentos para reducir al máximo el riesgo causado por la exposición de arsénico a través del arroz. Concretamente existe el Reglamento 1881/2006, que fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios. Además, estos límite máximos se revisan periódicamente para adaptarse a la evidencia científica. Por lo tanto, el arroz que compramos en los supermercados de España es seguro gracias a los controles que pasa (siempre y cuando no se consuma en exceso).
¿Le puedo dar arroz a mi bebé?
La respuesta es sí. Es un cereal que debe de formar parte de la dieta de tu bebé desde los 6 meses de edad aproximadamente. Es una fuente de proteínas y nutrientes muy importantes para la salud de tu bebé, como el magnesio, la fibra, el cobre, la vitamina B y el fósforo. Además, es una gran fuente de carbohidratos.
Para reducir la cantidad de arsénico en el arroz antes de ofrecérselo a tu bebé, utiliza uno de los métodos anteriores para lavarlo bien.
Conclusión
En definitiva, puedes seguir incluyendo el arroz en tu dieta sin problema, pero es recomendable que sigas alguno de los trucos que te hemos explicado para reducir el arsénico inorgánico del arroz, de manera que reduzcas los riesgos para tu salud. También es importante que regules su ingesta, ya que comer arroz de manera muy habitual puede exponerte a niveles más elevados de arsénico.
Por último, si tienes un bebé, recuerda que ellos son mucho más sensibles a la exposición al arsénico, por lo que es especialmente importante que laves bien el arroz y que limites el consumo en su dieta. Preferiblemente evita el arroz integral y derivados como las bebidas de arroz, las tortitas de arroz o algunas harinas.
En todo caso, el arroz no deja de ser un alimento que aporta muchos nutrientes imprescindibles, por lo que ¡no dejes de ingerirlo!
